jueves, 17 de mayo de 2012

Busca minas vs Solitario

          Hay días que empiezan queriendo terminar. Cunado hay paro de subtes, cunado el piquete te corta justo adelante, cuando los vendedores ambulantes se pelean en tu vagón del tren. ¿Qué posibilidades tengo yo de llegar a mi trabajo de buen humor? ¿Qué forma existe para que no me afecte la locura de "mi vecino el asesino" o que me dé lo mismo si mi compañero faltó una vez más. Igualmente llego, me preparo mi café, me siento y otra vez no tengo nada para hacer.
No es que mi casilla de emails esté vacía, es que nada de todo eso es trabajo, o por lo menos yo no lo considero como tal. 3 mensajes de cumpleaños, a 2 no los conozco y el 3ro no sólo no lo conozco sino que tampoco reconozco el nombre de quien lo manda. 2 mensajes de nuevas "actividades optativas": un curso de media hora de atención telefónica y otro virtual de cómo agendar reuniones en el sistema. A los 2 le pongo DENEGAR. El primero porque es ridículo, más que ridículo, absurdo e inútil. No me sirve (ya sé cómo hablar por teléfono, soy un adulto y además en media hora no entiendo qué pueden sumar ni a quién. El segundo no es más que una presentación con mucho color, mucho relleno y sin contenido. Al que quiera saber cómo agendar una reunión que me mande un mail y le mando 3 pasos. Sin curso virtual, sin pérdida de tiempo, 3 pasos de no más de un renglón cada uno.
Otro de los mensajes es una obligación disfrazada de invitación en la que hay que preparar en grupos (si, preparar + en grupos = presentación de colegio) una presentación motivacional de un tema entretenidísimo: disfrutar el ambiente laboral. ¿¿¿Cómo??? ¿Leí bien? Con la cara desencajada, lo priemro que pienso es mandar el link de este blog, invitar a todos a participar y a debatir la propuesta. Vuelvo a leer. No entiendo lo que quieren. Realmente es la primera vez desde que trabajo acá que no entiendo una consigna. Finalmente me doy cuenta que el problema no es analítico sino que está tanto más allá de lo surrealista que hasta me parece  divertido. Me provoca cierta euforia, me imagino participando, encarándolo como un proyecto serio, buscando imágenes, gráficos e información. Me tienta la idea de que los evaluadores se encuentren con una presentación, al menos una sola, que sea real, que diga lo que vale, que valga la pena. Los imagino gritando eufóricos, desordenando sus escritorios, cortándose con papel, no mirar en el espejo cóncavo cuando llegan a la esquina, tomando bebidas calientes sin miedo a quemarse. Eso es motivación! Que vuelvan las tijeras para adultos... nosotros podemos manejarlas! Que vuelvan las chinches... nosotros podemos evitar que nos maten! Déjenme entrar con mi paraguas chorreando lluvia... no quiero la bolsa protectora!
En una multinacional lo que sucede en una sucursal afecta al resto de sus oficinas a nivel global. Si finalmente decido presentar mi proyecto, en poco tiempo escucharemos historias de húngaros felices y marroquíes exaltados. La magia de la maga corporación en marcha.

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