martes, 3 de agosto de 2010

Martes, hoy hice arroz

          Cuando los programas no funcionan y la computadora se atasca es fácil entender que no es el día para estar sentado frente al monitor esperando que mágicamente se solucionen los problemas.
El mal humor es el resultado de pequeñísimos hechos desafortunados:
7:50, el ascensor para en todos los pisos antes de llegar al mío.
8:05, Me doy cuenta que no lavé mi taza el día anterior y se convirtió en un mini universo de Umpa Lumpas.
8:15, la máquina de café esta trabada. Ya llamaron al servicio técnico pero puede tardar
De 9 a 11:30, la computadora se colgó 4 veces, cada una hubo que reiniciar. El programa de e-mails no funciona y el server está caído. Los llamados atoran la central de reclamos de IT.
11:50, lo bueno está por empezar!!!! ¿Donde almorzamos? Y, mejor todavía... ¿¿¿con quien???

Además del pequeño grupo que con lo años logré mantener, hay tantas variables de almuerzo como de gente incluida en los sub-grupos o grupos paralelos, muchos de ellos de lejana proveniencia.
Hay muchos que no sabemos como llegan a nuestra mesa, casi siempre porque boyan por ahí sin invitación alguna hasta que toman coraje y largan la pregunta "¿Donde comen?"
Otros no se entiende por qué motivo tienen interés a unirse al grupo; Estos por lo general llegan hasta la mesa del almuerzo "por casualidad", extendiendo una conversación creada intencionalmente en el ascensor o en la puerta de salida. Y muchas veces se callan una vez que llega la comida para después dedicar la tarde a contar a otros que almorzó con el grupo.
Hay veces que simplemente se llama al silencio, como cuando el jefe decide acompañar al grupo en un acto tan camaleónico como el del grupo para adaptarse a él. Ese es el único caso de almuerzo desperdiciado, irrecuperable.
Y, claramente, están los que se asumen parte del grupo y no hay forma ni coraje para demostrar lo contrario. Estos simplemente están ahí, esperando con el saco puesto a que todos los demás estén listos. La única forma de desmembrarlos es huyendo como cobardes por la puerta de atrás.


Por lo demás todos los días es una nueva aventura y hasta se crea cierto ambiente de Misión Imposible alrededor de las 12, cuando los chats invaden las computadoras... siempre que funcionen.

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