miércoles, 20 de octubre de 2010

Tan gallina

          ¿Como empieza el día más largo de tu vida? Con el despertador, como todos los demás. Pero a medida que pasan los minutos, lentos y pesados, vas descubriendo los pequeños detalles que lo diferencian del resto de tus días.
Puede ser lunes, pero no es excluyente. La calle ya está llena de sonidos pero solo escuchás un zumbido y cuando pasa alguien hablando por su celular, llegas a reconocer un bla bla bla.
¡Pero vale la pena! El día más largo de tu vida te compensa con horas y horas de exasperante ausencia de actividad laboral.
Hoy llegó de visita un colega internacional (colega de mis jefes, no mío) y se puso en marcha la rueda del protocolo de visitas.
Saluda uno por uno y bla bla bla, explico a grandes rasgos mis tareas, le cuento de bla bla bla y los procedimientos como siempre al día, agendo reuniones y  bla bla bla a la hora del almuerzo.
Mientras tanto veo de reojo a aquel que llegó hace 2 horas y sigue con la computadora apagada. ¿Qué hace? ¿Piensa? ¿Está totalmente en blanco? ¿Canta en silencio? ¿Viaja a otros países sin trasladarse? ¿Bla bla bla?
No, no puedo sumergirme yo también en tanto mundo interior. No quiero que mi cerebrito se ría de mí.
Pero ya que el día es tan largo, el más largo de mi vida, voy a hacer las compras del supermercado por internet. Mientras acepto sin mirar las invitaciones que llegan a mi agenda de trabajo. Son todas bla bla bla.
Y mucho más bla bla bla es el almuerzo con el colega del colega del jefe de no se quién. Le enseñan a pronunciar "empanada" EM-PA-NA-DA. ¡No, no se entiende mejor porque lo digas más fuerte, solo suena más alto! La carne, el orgullo argentino. El vino, aunque dadas las estrictas políticas de la empresa ya va a haber otra oportunidad. Las achuras: ¿a que no se anima? ¡Qué plato! BLA BLA BLA.
Como suele pasar, yo era el sub grupo dentro del grupo. Ellos, contentos por la actividad gastronómica. "Es gratis y comemos como los dioses", dijo uno. No le hablé nunca más.
Que día extremadamente largo. ¿Cuándo nos vamos? A como va deben faltar como 15 horas.
Terminó la visita, terminó el almuerzo y las compras de supermercado. Mi compañero prendió finalmente la computadora. Yo me relajé y me dejé llevar. Me puse los auriculares, nada mejor que música para terminar el día. Puse Bla bla bla a todo volumen y esperé.

3 comentarios:

  1. Nos tenías abandonados!!! Ya teníamos abstinencia de gallinas. Veo que aunque pasó un tiempo desde el post anterior, todo sigue igual (o peor).

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  2. Que suerte que volvió al entrenimiento sutil, sagaz, inteligente y divertido!!!

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  3. Cuanta amabilidad no merecida. Me intimida pensar en la proxima entrada.

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